El método

Bien es cierto que tanto los factores económicos, como los políticos y religiosos, son muy importantes a la hora de abordar el estudio de una sociedad, pero no creo que toda la sociedad, sus aspectos culturales, el tipo de relaciones que los individuos mantienen entre sí, los acervos prevalentes y, en definitiva, todo lo que forma parte de la realidad social del ser humano, se deba única y exclusivamente a uno de esos factores, tal y como dice Marx cuando coloca en lo alto de su pirámide explicativa a la economía y al modo de producción; ni como hace Mosca colocando todo el entramado de consecuencias sociales detrás de una élite que está por encima de la economía y la política; en definitiva, pienso que aunque existan aspectos de la sociedad con más peso que otros, todos están entrelazados y no existe una cúspide de la pirámide, sino muchas, no podemos intentar estudiar la sociedad partiendo del supuesto de que todo lo que la conforma es consecuencia de una única razón. Creo que hay que presuponer que esas consecuencias lo son de una multiplicidad de aspectos sociales (ya sean materiales, ideológicos, medioambientales, etc.) que están entrelazados y que actúan los unos sobre los otros y se afectan, a veces en mayor medida, a veces en menor medida; para dar lugar a las distintas culturas con sus distintos tipos ideales, sus distintas realidades, etc.

En lo que al método de investigación respecta, me identifico más con Weber porque dado que la sociedad es una amalgama infinita de variables que no se pueden reunir en su totalidad para el estudio de fenómenos sociales, y que dichos fenómenos no se rigen por leyes estáticas que afectan a toda la población, sino que más bien están cargados y compuestos de aspectos valorativos de gran heterogeneidad; pienso que es aconsejable (y responde al criterio de cientificismo) mantener cierta asepsia moral cuando se esté recabando y tratando la información, pero que podemos y debemos emitir juicios de valor en las conclusiones, puesto que como humanos, pertenecemos siempre al objeto de estudio, y por ende, nos concierne.