viernes, 17 de septiembre de 2010

Lo que entiendo por soberanía

Esta es una recomendación del último libro que ha caído en mis manos, Lo que entiendo por soberanía es una introducción general de Antonio Campillo a los tres libros de La parte maldita, la primera de las cuatro partes de que consta La soberanía, y los dos últimos capítulos de la cuarta parte.
Campillo revisa escrupulosamente la obra de Georges Bataille y nos da a conocer la esencia de su mensaje. Lo que Bataille explica en este libro es básicamente la bipolaridad de la naturaleza humana y su idea de cómo deberíamos alejarnos un poco de una de esas dos caras para acercarnos más a la otra y ser soberanos de nosotros mismos, sin ataduras ni compromisos, sin rangos ni aspiraciones de estatus que sirven en última instancia a un fin con una utilidad. Bataille ataca mucho al utilitarismo, para él esta es la clave de la "esclavitud" humana, la razón por la que damos e lado y hasta vetamos y convertimos en tabú esa mitad más animal de nuestra naturaleza y nos aferramos a los aspectos y las cosas banales de la vida en un temeroso intento por prolongar el momento de la muerte, por conservarnos en el tiempo, y esto lo conseguimos mediante la utilidad, es decir, haciéndonos esclavos de un sistema político y económico, un sistema con unos acervos que lo perpetúan y lo justifican hasta el punto de naturalizarlo.
Bataille entiende por soberanía y soberano aquella persona y condición en la que se han dejado de lado las aspiraciones materiales y de reconocimiento social, el soberano no es el que tiene poder sobre otros u ostenta un cierto rango que lo distingue, el soberano es justamente el desposeído de todas esas ataduras, el que se hace a sí mismo sin necesidad de ellas, el que no antepone el momento del ahora al momento del mañana, el que actúa per sus instintos, el que hace el carpe diem. Ese es el hombre soberano.

2 comentarios:

  1. Te prometo que lo haré llegar a mis manos. Gracias

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  2. Está muy bien, aunque tiene partes complicadas por cómo se expresa el autor, pero merece la pena vaya.

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