martes, 27 de octubre de 2009

Que los aludidos se ahoguen al leer esto sin ninguna coma

Y la bala atravesó su sien ajena a los profundos o superficiales motivos del hombre que apretó el gatillo de la pistola de la que salió propulsada mirando de frente la cabeza de un hombre de mediana edad con el pelo cano y la cara macrada por una intensa experiencia vital en la que algún que otro acontecimiento había dejado surco en la cara del hombre como un río lo deja en un valle al pasar sus lágrimas por sus mejillas doloridas del desamor que produce la crueldad humana promovida por los putrefactos acervos de una mentalidad en decadencia que sólo se preocupa del control y el estricto escrutinio de cada movimiento de cada uno de los componentes del sistema del que se ha hecho con el control mediante las artimañas de los nacionalismos que enfrentan a las personas al esclavo servicio de unos pocos que se creyeron predestinados a no sé qué...

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