lunes, 7 de mayo de 2012

El pero... de las dietas, el pro de la vida sana

Hoy en día por desgracia la mayoría de gente no sabe alimentarse, comen de todo, pero no se alimentan, y en primer lugar hay que saber la diferencia entre una y otra cosa; comer es tragarse cualquier cosa que se pueda uno comer, y alimentarse es ingerir productos que nos aporten lo que el cuerpo necesita, nutrientes; por ejemplo, comemos cuando ingerimos un donuts, y nos alimentamos cuando ingerimos un potaje de garbanzos con verduras.

El problema es que mucha de esa gente que no sabe alimentarse padece de exceso de grasa en el cuerpo, que se acumula feamente sobre los músculos abdominales laterales y frontales, y también sobre el pecho y alrededor de la cara y en los brazos y piernas, dependiendo del tipo de sobrepeso de que se trate. A mucha de esta gente con exceso de grasa le trae sin cuidado y no practica ningún deporte y comen como cerdos y sin control de horarios ni cantidades; otro porcentajes de esa gente se preocupa algo y buscan ayuda y hacen dietas pero no las complementan con lo más esencial, deporte; y luego hay gente que hace lo correcto y consigue cambiar su vida cambiando su estilo de alimentación y practicando ejercicio físico regularmente, como es mi caso desde hace un par de años hasta el día de hoy, por lo que puedo hablar con bastante propiedad en cuanto a lo que la experiencia me confiere y en cuanto a todo lo que he leído y visto en reportajes, documentales y entrevistas por internet.
El problema de las dietas es que la mayoría están pensadas para ser mantenidas durante un período de tiempo X, el que sea, normalmente hasta que se consigan perder los kilos deseados, incluso hay dietas extremas que los expertos no recomiendan mantener por más de una semana, debido a su privación de muchos nutrientes, como puede ser alguna que he visto por ahí en internet de mantenerse una semana entera a base de zumos y algo de fruta, ¿en qué cabeza medianamente inteligente cabría hacer una locura semejante? Con lo fácil que es llevar una correcta alimentación que incluya de todo, como es carne roja magra (sin grasa), pescado (preferentemente azul porque es muy rico en omega 3, buenísimo para el cerebro y el corazón), y todo el espectro de frutas, verduras, hortalizas y leguminosas y cereales; el secreto (que es un secreto a viva voz por cierto) radica en saber combinar de la forma adecuada estos productos.
Yo por ejemplo he encontrado la combinación perfecta para mí, a lo mejor otra persona necesita otra distinta, pero la clave está por ejemplo en no comer grasas (mantequilla, frituras, rebozados, dulces, chocolates...) al menos en exceso, cenar ligero, como por ejemplo una ensalada de espinacas con zanahoria cruda a cachitos, atún o pollo a la plancha, cebolla y poco más (eso sí, aderezada con poco aceite y con vinagre de manzana, que va perfecto para perder peso); desayunar fuerte, yo por ejemplo desayuno un zumo de frutas naturales, que no de bote, sino hecho por mí, un bol de muesli con leche y a veces una tostada con ajo y aceite; a media mañana fruta; para el almuerzo (a las 13:30 ó 14:00) lo que queráis, sin llegar a llenaros la panza a reventar, eso no es bueno, tenemos que quedarnos saciados pero no en exceso; y luego montarnos una rutina de ejercicio para toda la semana, yo por ejemplo corro casi todos los días una hora, hago pesas y ejercicios, porque además el ejercicio aeróbico es muy beneficioso para el cerebro, pinchad aquí y lo veréis.
Lo más importante es adoptar una filosofía de vida sana, en la que tengamos claro que lo que hacemos es ante todo por nuestra salud y en pos de la vida, y en segundo lugar por la apariencia física, la autoestima o lo que quiera que sean nuestras preferencias o valores; pero si partimos de querer estar sanos, empezaremos a comportarnos en pos de conseguir este objetivo, intentando comprar alimentos para cocinar, en lugar de precocinados, alimentos más sanos y no tan industrializados, empezaremos a comprar la carne en la carnicería en lugar de en una gran superficie donde viene envasada, la fruta en la frutería del barrio en lugar de en un supermercado, etc.
Si llevamos un estilo de vida así, sano, con comedimiento y mesura, autocontrol e inteligencia, no necesitaremos dietas sufridas ni nos calentaremos la cabeza pensando que tenemos que ir al gimnasio o al dietista, sencillamente porque nosotros mismos podemos mantener nuestros cuerpos sanos, puros y fuertes, no hay que pagar a nadie para que nos lo diga. Todos sabemos cuáles son los alimentos sanos (verduras, frutas, carne magra, pescado, cereales...) y cuáles los que nos engordan y perjudican la salud (dulces, pasteles, alimentos procesados como las tortillas prefabricadas, las pastas que vienen en sobres con unos polvos que son la salsa, y en definitiva todas esas mierdas repletas de química que no sabemos lo que nos pueden causar a largo plazo).
En nuestras manos y conciencias está el poder de llevar una vida sana, sólo hay que querer de verdad, y os lo digo yo que he cambiado radicalmente.

1 comentario:

  1. Últimamente tus post son muy instructivos.... aunque creo que algo sé, te aseguro que aprenderé un poquito más. Un beso

    ResponderEliminar