miércoles, 11 de abril de 2012

El primer paso

Todo comienzo es duro, todo cambio implica un esfuerzo. La mente debe entrenarse tanto como la carne, se debe crear una filosofía. La rutina debe convertirse en automatismo, y el automatismo en necesidad. Todo lo que redunde en vida no te hará daño, pero ante todo, dos cosas, perseverancia y comedimiento, comedimiento en todos los aspectos de la vida, el comedimiento debe ser un pilar básico de nuestros principios, pues ahí está una de las grandes diferencias entre el hombre y el resto de animales, el hombre es persona cuando sabe gestionarse a sí mismo y al entorno que le rodea, cuando el autocontrol y la perspicacia se han interiorizado de tal manera que ya no pensamos en ellos ni siquiera como conceptos.
No aspiremos a alcanzar una meta, pues ese es el primer error, la única meta que debemos tener es la de superarnos constantemente, si no, nos estaremos autolimitando constantemente, y nos estancaremos. Nunca deja de ser duro, pero la satisfacción que se siente después y el saber que sobre todo estamos invirtiendo en nuestra salud, en nuestra vida, hace que queramos seguir, y seguir, y seguir...
No debemos intentar superar a nadie, sino superarnos a nosotros mismos, no debemos compararnos con nadie, sino mirarnos a nosotros mismos y querer ir más allá. Siempre se pueden correr diez minutos más, siempre se puede pedalear unos metros más, siempre se puede ir más allá.
No hay límites físicos si no tenemos límites psicológicos, ése es el primer paso. Voluntad, conciencia y perseverancia.

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