domingo, 7 de noviembre de 2010

Petardilla

He vuelto a pensar en ella y he vuelto a perder la cabeza, como garras mis manos ensangrentadas me arrancan la cara, la rabia y la fatiga van de la mano porque ya es tarde para cuentos de medianoche. Un giro suyo de cabeza y me siega por la mitad su acrílica mirada, esto es una locura...
Un hombre pierde la compostura pasadas las doce y a nadie le importa, es la hora bruja y ya no me aguanto, quiero notar su culo contra mí, quiero volver a arrastrarme, no ser persona, morir mordiéndola...
Luego no habrá lágrimas con sollozos, entre risas caminaremos juntos ebrios de nosotros y la ciudad será testigo de todo. Contempla horrorizada y pasiva nuestra acción para luego mirarse en el espejo y ahogarse en envidia, maldita ciudad, siempre te nos quedas pequeña...
Y al volver a casa me acostaré sobre tus labios y me dormiré atrapado por tus piernas y soñaré que estoy atrapado. Y no quiero despertar, y al despertar volver a emborracharme de ti, de tu flujo, y agarrarte fuerte entre mis brazos, y no soltarte ya nunca más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario