miércoles, 6 de octubre de 2010

Si vis pacem... PARA BELLUM!!!!

En el punto máximo y álgido de la cascada justo antes de romper el agua con el reflejo del sol que la atraviesa, en ese momento se dio cuenta de que no quería seguir adelante y miró hacia atrás, ahora comprendía que su vida era lo único que importaba, y deseaba regresar, para matarlos a todos, para gritar a los que le habían mirado mal, para morder a los que se habían reido de él, para desgarrar el pecho de quienes le habían jodido; en ese justo y preciso instante supo que ya estaba bien de tragar, entendió que la vida no es justa, nunca lo fue, y él había cargado con demasiadas piedras ya sobre su espalda; ahora era libre de espíritu, ya tenía sus alas, se las había ganado.
En el punto máximo y álgido de la cascada justo antes de romper el agua con el reflejo de la luna que la atraviesa, en ese momento saltó al vacío. Regresaba al mundo para vengarse de él, de tanta mierda que le había echado a la cara; ahora sabría que tendrían su merecido, que esa máxima se materializaría en sus manos llenas de sangre, de lo que se siembra se recoge. ¡Ya está bien joder! pensó, ahora es mi momento, ha llegado mi turno, ahora os vais a cagar, y fue en ese momento cuando recordó aquellas palabras: si la vida no te sonríe... Dale una patada hostias!!!!
Se deslizaba entre las sombras de la noche, como las sombras entre las que había vivido, en las que le había mantenido esa mole perturbadora que le robaba los sueños cada noche y lo mataba un poco más cada amanecer. Alguien puede imaginar el sufrimiento ajeno y hacer un esfuerzo por comprenderlo, pero sólo quien lo padece conoce el precio y el valor de las lágrimas. Él ya no quería compasión ni amor, ya era demasiado tarde para conciliaciones, ya era tarde para el perdón, no tendría piedad de nadie.
El camino de la vida es largo y oscilante entre putadas como el río que esquiva a los árboles antes de llegar al borde del precipicio para luego caer y abrazar al aire y sentirse libre por un instante antes de descansar.
Bien podría haber hecho un río de sus lágrimas, pues nadie hubo para secárselas y por eso su corazón se hizo ermitaño y ruín, sus manos no habían conocido el tacto sincero de una mujer. Se había convertido en un monstruo, lo habían convertido en tal cosa, y ahora sentirían las consecuencias.
Sabía mejor que nadie que si estás solo y nadie te ayuda no debes dejarte arrastrar por el río de lágrimas hasta caer por el precipicio, sino aferrarte hasta con los dientes a cuanto te rodea, pues bien sabido es que tarde o temprano el precipicio llega.

3 comentarios:

  1. Guauuuuu, me has dejado sin palabras con tu entrada.....

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  2. Sin palabras se quedará el hijo de la noche cuando arrive a estas tierras para vengarse y mire a los ojos de los hombres mientras oye impasible sus llantos y ve cómo sus ojos están fijados en el blandir de su espada.
    Uyyy se me fue un poquito jeje

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  3. Es bueno de vez en cuando no estar tan cuerdo como el mundo espera de nosotros.

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