martes, 1 de junio de 2010

Cuando no se sabe qué decir

Llevo tiempo sin escribir nada en el blog que me satisfaga realmente, llevo un tiempecito a lo Barton Fink, y no es por falta de temas, que esos me sobran, lo que ocurre es que no me decanto por ninguno y eso sumado a una desmesurada desgana pues tiene como resultado el abandono de lo que empecé con mucha energía y que ha ido decayendo en lo que a mi pequeña grafomanía se refiere.
Temas políticos, temas existenciales, poesía, música, reflexiones sociológicas, cuestiones que tienen que ver con lo más mundano... Pero no encuentro el momento ni las palabras, aunque supongo que para escribir lo único que hace falta es ponerse a escribir, aunque parezca una idiotez, es cierto, no hace falta madurar una buena tesis que enganche al potencial lector, a veces basta con decir que no se tiene nada que decir y acabar escribiendo sobre eso.
Yo no soy un gran aficionado a la lectura, de hecho en toda mi vida sólo he leído la colección de Manolito gafotas, la maravillosa novela de Orwell 1984 y 5 ó 6 libros más de los que nos mandaban leer en el instituto (la familia de Pascual Duarte quiero recordar, y no sé, aglunos más). Han caído en mis manos buenos libros, sobre todo últimamente, vamos desde que estoy en sociología, pero no he sido capaz de leerlos, a mí es que si no me engancha bien desde el principio... Pero bueno, ya llegará mi explosión lectora. Al final me he ido por las ramas, ¿véis? al final aunque uno no tenga muchas ganas de escribir, empiezas diciendo eso mismo y acabas hablando de que te leíste la colección de manolito gafotas.
Ala, tampoco es que me quede muy satisfecho ahora pero algo es más que nada...

1 comentario:

  1. A mi me apasiona leer y escribir en condiciones es mi asignatura pendiente. Tenemos momentos en los que esos vacios por rellenar con palabras, dichas o escritas, tenemos algo dentro que nos impide que fluyan. Un besito

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