Son unas fechas muy señaladas ciertamente, pero hace tiempo que se desprestigiaron, cuando las empresas cambiaron el sentido de la celebración de teológico a consumista.
A mí hace tiempo que dejó de producirme esa sensación de nostalgia y magia del espíritu navideño cuando se acercaba la fecha, el estar con la familia, cenar juntos y tal, pero total, eso lo hago siempre, lo único que cambia es que la gente pone de manifiesto (más aún) su hipocresía y todos se lavan la conciencia con sus "buenos actos".
Yo no me siento diferente que el resto del año, es más, detesto tanta hipocresía y falsedad en el ambiente, tanto derroche por una tradición que se ha vendido a las grandes empresas que hacen su agosto y que también hacen campaña de solidaridad con el tercer mundo para que la gente se crea que son buenos y que hay que comprar ese bolígrafo de 5 euros (o lo que valga). No estamos salvando a nadie.
Una de las cosas que más detesto es cuando gente que el resto del año saluda con desgana (cuanto más) y el 24 por la noche vienen a darte besos y abrazos con una falsa sonrisa en la cara escupiendo esa desgastada frase de, ¡feliz navidaaad! y uno como tampoco se salva de tal hipocresía y por no ser descortés, pues responde lo propio...
En fin, sólo me queda decir que a pesar de estar con los que quiero, aún hay una persona que no estará a mi lado en estas fiestas, pero a quien muy pronto veré. Desde aquí te mando un cordial saludo y un abrazo y deseo que también pases muy buenas fiestas.
¡Feliz... puente!
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