miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿Cuál es mi alegría?

Intento no perder la cordura y no caer rendido ante los pies del tiempo, procuro mantenerme a flote en este mar de desazón, cuando a veces todo parece rozar el suelo, vuelve a ocurrir.
Recuerdo las noches a tu lado y tus pies descalzos junto a la lumbre, las lágrimas del rescoldo de la madrugada ante el temor de la alborada, tu sonrisa inocente siempre dejaba entrever alguna palabra tranquilizadora, en estos momentos el sosiego toca techo y por fin puedo cerrar los ojos feliz.
Esclavo de unos sentimientos extraños que han venido a poblar mi alma, se han asentado en una parte de mí tan profunda que ni yo sabía que existía, ¿cómo imaginar ahora un mundo sin esto? no es preciso.
Soy un perro a la espera, una tarta en el alféizar, soy un niño pataleando por el postre ante el primer plato, soy un enano sin Blancanieves, un palo sin manzana, soy yo sin ti...
Permanezco absorto ante el lento caminar de las agujas del reloj, haciéndolas correr con mi imaginación como si así te fuera a abrazar de nuevo antes de tiempo, como si ya te estuviera besando... pero parece que mi reloj no tiene pilas, ¿habrá que darle cuerda quizás? quién sabe, lo cierto es que hasta un reloj estropeado, acierta dos veces al día. Esa es mi alegría.

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