jueves, 15 de octubre de 2009

MeDoyAsco

21/10/08

Hoy he vuelto a las andadas, ya nada me importa nada, no miro atrás ni adelante, sigo un rumbo perdido hacia ninguna parte, sin nada.
Caminando bajo la lluvia, con la cabeza gacha y la chupa sobre los hombros, cada charco que piso es un recuerdo que se va, algo suena en mi cabeza, alguien me llama.
Estoy perdido, no sé ni lo que quiero, sólo la madrugada y el frío son mis únicos acompañantes en este circo romano, sé que pronto llegarán los leones y tendré que enfrentarme a ellos, temo el momento, pero lo ansío.
Estoy viviendo en una jaula con mi enemigo, sé lo que debo hacer, pero no estoy seguro de si quiero hacerlo.
Echando una mirada a mi alrededor veo las ruinas de lo que hubo antes, yo he provocado esta situación, pero todavía quiero luchar, porque oigo una voz que me llama por mi nombre y me hace temblar.
Ya va haciendo menos frío, a medida que la voz me llama más fuerte yo golpeo más fuerte, intento derribar la jaula que me retiene.
Sé que no estoy solo, pues bajo las ruinas hay vida todavía y me llama. No puedo permitir que vuelva a ocurrir.
Esta noche he visto la luna y ha dejado de llover, ahora vuelvo a caminar solitario por las calles, cada charco que piso es un recuerdo que vuelve, algo suena en mi cabeza, alguien me llama.
Esto es enorme, tengo dudas, pero ahora sé lo que debo hacer, y sigo mi camino.
Miro a los lados y tirados en las aceras veo a aquellos en los que un día me vi reflejado.
Continúo.
Me acuerdo de los que me quieren y a los que quiero y sólo así puedo avanzar en la espesura de esta jungla que me consume, que me pierde. Me desvanezco, ya no soy yo, no soy nadie, nada.
Todo es gris y nublado, no puedo ver con claridad, lo tengo delante de mí y lo sé, pero dudo, no me atrevo, aunque sé que es lo que tengo que hacer, mi cuerpo me lo impide, es una barrera, un muro de contención que me retiene, me pide que me quede, que espere un poco más, pero yo no quiero querer. Esa es la realidad.
Una chispa detonante hace explotar todo dentro de mí, un poco de ese diabólico elixir basta para hacerme caer, para perderme y no saber.
Pero sé lo que debo hacer, aunque el muro es alto; sé lo que debo hacer, a pesar de lo arduo del camino, sin duda, sé lo que debo hacer; sé lo que quiero, y sé que no quiero eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario