sábado, 18 de julio de 2009

La Valse D'amelie


Podemos pensar que todo está bien y tranquilo porque la paz que ahora respiramos discurre aparentemente imparable por un rio de hermosa continuidad y el deseo se hace más fuerte a medida que la monotonidad nos cierra los ojos en una suave caricia con unos dedos aterciopelados como sinuosos de fragilidad.
Una sonrisa alzada a las nubes y unos labios besados por el viento son testimonio vivo del cambio de rumbo porque exteriorizan los sentimientos e interiorizan las sensaciones y es entonces cuando debemos despertar de ese sueño y ver el crepúsculo rojo y fulgurante y entonces sin vacilar aferrarnos sin manos de clavos a la cuerda que se nos tiende y que será nuestra baliza.
Todo cambia, en el presente podemos sufrir, pero del pasado podemos sentirnos descansados y mirar hacia el futuro con otros ojos.
Podemos pensar que todo está bien, porque nada está mal.

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