miércoles, 27 de mayo de 2009

Si es que se lo están ganando a pulso, ¿cómo no vamos a dárselo?

Desconozco los misterios de la mente humana. No le falta razón al dicho de que cada persona es un mundo, lo que es nuestro don más preciado es también lo que nos pierde, la capacidad de raciocinio, la inteligencia y sobre todo el libre albedrío y el ser conscientes de dicho libre albedrío, esto quiere decir que al ser conscientes de que podemos maniupular y ser manipulados, tenemos el control de los acontecimientos que rodean nuestra vida y si vamos más allá, los que rodean las vidas de los demás.
Los animales se rigen casi como un ordenador programado, dentro de unos parámetros determinados genéticamente podría decirse que la vida de los animales es ordenada y predecible, a diferencia de la caótica vida humana. Cada día nos sorprende una noticia del telediario y nos preguntamos cómo alguien puede hacer algo así, cada día ocurren cosas que no creíamos que fueramos a ver, como por ejemplo la cruenta y lenta autodestrucción de la especie.
¿Cuáles son los límites de un ser humano? ¿hasta dónde llega el aguante de una persona? ¿podrían haber tenido otra salida las víctimas del holocausto, tan numerosas frente a unos pocos soldados en comparación? ¿pudiera ser que me equivoque y no seamos al fin y al cabo una especie caótica sino por el contrario fácilmente predecible? La demagogia, las armas, el dinero, el poder, el carisma de los "líderes", nuestra facilidad para el borreguismo... Parece algo más que coincidencia, parece algo más simple, parece algo genético, instintivo, natural e inherente a nosotros; y eso puede llegar a dar miedo, ¿es posible que desde que vimos el sol por primera vez hasta el día de nuestro ocaso, no dejemos más testimonio que guerras, hambrunas, matanzas, religiones, persecuciones, acusaciones, desconfianza...?
Sólo diré una última cosa y es que poseemos las armas para evitar ese desalentador destino, el raciocinio y el libre albedrío, el poder de elección.
Sed inteligentes y actuad con el corazón, tendremos nuestra oportunidad y si alguien sigue interponiéndose, no nos dejarán más remedio que darles lo que se están buscando, una pasadita a cuchillo, porque se lo están ganando a pulso, ¿cómo no vamos a dárselo?

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