jueves, 21 de mayo de 2009

Un equidna también es un monotrema...

...pero no deja de ser un equidna. Como ahora no se me ocurre nada menos equidna que escribir, no escribiré nada hasta que se me ocurra, pues no sé, un batracio por ejemplo.
Aunque al final también acabaría convirtiéndose en monotrema, es lo que pasa con todo ¿no? Al final, por excepcional, nuevo, creativo y dispar que resulte algo, el tiempo lo acabará normalizando, como a las voces disidentes y a las opresoras. Al final, todos somos equidnas.

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